Uso adecuado:
- Ajuste correcto: Asegúrate de que los guantes se ajusten bien a tus manos. Un ajuste demasiado apretado puede causar incomodidad, mientras que uno demasiado suelto puede reducir la destreza y el control.
- Evitar la exposición a productos químicos: Aunque los guantes son resistentes a tareas físicas, no están diseñados para proteger contra productos químicos fuertes o solventes. En esos casos, utiliza guantes específicos para protección química.
- No exponer a calor extremo: Evita el contacto con superficies extremadamente calientes, ya que el cuero puede quemarse o dañarse al estar expuesto a temperaturas elevadas.
- Reemplazo:
- Desgaste visible: Si los guantes muestran signos de desgaste excesivo, como desgarros, costuras rotas o perforaciones, es recomendable reemplazarlos para mantener la seguridad en el trabajo.
- Pérdida de flexibilidad: Si después de varios usos o limpiezas el cuero se ha vuelto rígido y difícil de usar, considera la opción de sustituir los guantes por un nuevo par.
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